Aunque el uso de la parafina está muy extendido en diferentes sectores, nos centraremos en esta ocasión en sus propiedades y aplicaciones cosméticas.
QUÉ ES LA PARAFINA
La parafina es una mezcla de diferentes tipos de hidrocarburos simples. La cera de parafina se aplica con mayor frecuencia en las manos y pies como tratamiento hidratante, o como ingrediente activo en cremas por su consistencia.
Es una cera blanda, que se funde a una temperatura inferior a la normal, por lo que se utiliza tradicionalmente para sumergir en ella manos o pies hasta cubrir la piel con una capa generosa. Se envuelven en plástico, u otro material no absorbente y se deja reposar entre 15 y 30 minutos.
Durante los tratamientos de cera de parafina, la piel está bañada en calor, lo que ayuda a que los poros se abran y la piel se suavice. Después de un tratamiento de cera de parafina, la piel queda suave, tersa y con mejor aspecto.
USOS DE LA PARAFINA
Su uso está especialmente indicado para pieles con problemas de deshidratación, sequedad, falta de elasticidad, piel agrietada o descamada.
Se puede utilizar en manos, muñecas, codos, hombros, pies, tobillos, rodillas o muslos, e incluso como mascarilla facial, aunque es importante que el tratamiento con parafina en el rostro solo lo aplique un profesional.
También se usa en fisioterapia como agente terapéutico y calmante del dolor en procesos reumatológicos, artríticos, contracturas, rigidez, tendinitis, torceduras...
Por otro lado, existe también la utilización de parafina fría a través de productos como la crema de parafina, con los mismos beneficios que la caliente, pero con la ventaja de no tener que calentar el producto. De este modo, se puede extender más fácilmente y hacerla penetrar mediante un masaje.
PROPIEDADES DE LA PARAFINA
En 2024, la parafina sigue siendo ampliamente utilizada en el ámbito de la estética por sus diversas propiedades beneficiosas. Algunas de las propiedades que podemos destacar son:
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Hidratante: La parafina crea una barrera sobre la superficie de la piel que ayuda a retener la humedad natural del cuerpo. Esto previene la pérdida de agua, lo que es especialmente útil en condiciones de piel seca o agrietada.
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Efecto oclusivo: Al formar una barrera física sobre la piel, la parafina también actúa como un agente oclusivo que puede mejorar la eficacia de otros tratamientos hidratantes aplicados bajo la capa de parafina, permitiendo una mayor penetración de ingredientes hidratantes en la piel.
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Termoterapia: La parafina se utiliza a menudo en estado caliente, lo que proporciona beneficios de termoterapia. El calor ayuda a abrir los poros de la piel, aumenta la circulación sanguínea y facilita la relajación muscular y articular. Esto es particularmente beneficioso para la artritis y otros dolores musculares.
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Suavizante: La aplicación regular de tratamientos de parafina puede ayudar a suavizar la piel áspera y endurecida, especialmente en áreas propensas a la sequedad como manos, pies, codos y rodillas.
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Limpiadora: Al derretirse y luego solidificarse, la parafina puede también atrapar impurezas y células muertas de la piel, lo que ayuda a limpiar la piel cuando se retira la capa de parafina.
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